La desesperanza me hinchó las noches de agonía, la lucha ya no es de todos aquellos que por sangre murieron, ahora es mía. Es ahora nuestra aquella batalla perdida de todos los sin aliento, de todos los que luchan aun en las fosas o en cualquier lugar que estén, da igual. Porque no perduramos en cuerpo, pero los pensamientos perduran siempre que alguien los oiga.
Por ello estas frases, por ello seguimos con el puño levantado.
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