Al igual que hace unas pocas semanas me sentía tan sola, sin nadie a quien poder contarle mis cosas como antes, ahora me siento llena. Sí, son aquellos, *dos personas fantásticas que he conocido hace poco los que se preocupan por mí y yo por ellos, son personas interesantes y me interesa conocer más. *Pero también es saber que él sigue ahí, que después de tantos años podemos seguir hablando como si continuáramos la conversación que dejamos ayer.
*Al mismo tiempo, puedo hablar con ellos, este fin de semana me di cuenta que puedo volver a sentirme yo misma con ellos, que solo el contar nuestras cosas y echarnos unas risas de vez en cuando está muy bien.
*También voy siendo yo misma con él, con el que necesito constantemente.
Y en este caso, yo no he hecho nada para cambiarlo, ha sido la gente, la circunstancia la que forma mis experiencias, no yo. Ahí es donde quiero llegar hoy, porque un día como hoy, aparentemente de estudio, han habido dos cosas que me han hecho cambiar, al menos me ha incitado a pensar.
Y muchas veces lo he pensado así de pasada, pero nunca me paré a profundizar en ello, no sé hasta qué punto puedo confiar en mí como para tener la certeza de que lo que yo decida sea lo correcto. Ese es el problema. Falta de autoconfianza.
Eres tú, o es la gente la que decide por ti. Yo, ante cualquier problema, me adapto a lo que tenga que suceder, y modifico acorde a ello mis actos.
Después, como ya dije, recibí un vídeo de una canción que ha conseguido ponerle notas a lo que siento en este momento. Como siempre, él dando en el clavo.
Cuando pueda decir que tengo tiempo para pensar, lo haré. Mientras tanto estoy a falta de tiempo para aprobar los exámenes que quedan.
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