sábado, 25 de agosto de 2012
Act
Cada vez que pasa un verano los estímulos se perciben distintos, el ambiente que parecía el mismo y que era el que antes rodeaba tu vida ha cambiado de sentido. Ya no se ve del mismo color, ni con la misma nitidez, ya no huele el aire como antes. Las sensaciones son distintas. Y no siempre son distintas negativamente.
Un viaje más, en el que después de llenarme del afecto, sentimientos y pensamientos de esa gente que son al mismo tiempo allegados pero lejanos a mí... me doy cuenta de que es algo que necesito de vez en cuando. Quizás subestime esa necesidad y más en estos tiempos en los que uno se siente dueño de su vida y se cree capaz de todo. Lo intento. Intento no ser ese algo más que hay ahí, quieta, sin transformar ni el más mínimo átomo del ambiente que me rodea, lo que quizás sin querer he pretendido y me haya equivocado. Tenemos que tener fuerza de ser, de voluntad, de construir lo que sueñas y destruir lo que desprecias. Hay que tener esa motivación para obtener resultados. El sentimiento de culpabilidad es de los peores sentimientos que existen, y no se puede vivir con ellos eternamente. El error es innato de las personas, es incluso necesario.
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