Debajo de las piedras del suelo, pues aún más profundo.
Bajo la lluvia, pues más mojada.
Con una venda en la cara, pues más aislada.
Sin fuerzas de pronunciar nada, pues más callada.
Al lado de lo más horrendo, pues más deprimente.
No hay lógica en el mundo, hay momentos en los que noto que no puedo hacer nada. Todo lo circunstancial se vuelve ajeno a mi voluntad, no puedo controlar mi vida. No puedo.
Yo no debería estar aquí.
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