martes, 7 de junio de 2011

Un "te quiero" es demasiado común





No, no siento necesidad de escribir, aunque sí que la sentí varias veces durante el día, incluso durante la semana, de hecho publiqué, pero me arrepentí.
Me he dado cuenta que en cada momento estamos focalizados en una persona, hoy con una, mañana con otra, pero siempre hay alguien que nos importa más que las demás. O casi siempre.
Si esa persona no está bien contigo, tú no estarás bien. Es como si lo que te mantiene sea ese lazo de afiliación afectiva con esa persona, como si tu estado de ánimo se viera cambiante según esa interelación. Es como si tu autoestima se viera reflejada en sus muestras de aprecio.

¿Celos? No! no son celos, es simplemente miedo a que dejes de ser el de siempre conmigo.
Si llega el momento en el que estés con otra, que nuestra relación se mantenga exactamente igual, como yo lo hice ya con él. Lo que no quiero que pase, es lo que he mencionado al principio, quiero que yo siga siendo esa persona por la que preocuparte todos los días a pesar de todo.


Yo creí que no se podía, pero sí que se puede.
Cuando estaba a 800 Km de aquí, tan lejos suya, con tan solo días de comienzo de relación, cuando más interés se tiene, me fui a los brazos de otro pero sabía perfectamente que no perdería ni cambiaría nada con él, lo habíamos hablado y había suficiente confianza para contárselo. Miedo? Sí, no lo dudo, pero su respuesta me fue tranquilizadora, ahí me di cuenta de que era mucho lo que tenía yo.. " ¿y? tienes dieciocho años... qué hay de malo en liarte con quien quieres?" Le salió tan puñeteramente natural...
Ese sentimiento puede no ser compartido por muchos, podéis verlo como que " si no se enfada, es porque no te quiere..." Yo no me enfadaría si me lo hubiera hecho de la misma manera que yo lo hice, y le quiero.

Lo que más me sorprende de nuestra relación no es todo esto, sino lo poco que hablamos.
No mantenemos una conversación fluida muy a menudo, sí, es algo que echo en falta con él, pero sé que eso nos lo dará la confianza, y sin duda estoy experimentando sensaciones nuevas, echarle en falta, querer hablar con él, currarme los alagos, e intentar que él tambien se los curre, no decirle te quiero, eso es demasiado simple y común para nosotros, es mejor envolverlo en una cajita, repleta de ironía y abstracción... al final lo envuelto siempre hace más ilusión que un regalo a secas.

Para terminar... solo espero algo muy importante para mí en éstos días. Y es que a mi padre le vaya bien.


1 comentario:

Adrián dijo...

Sigue envolviendo entre algodones de ironía.

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